En la tradición cristiana, sabemos que cosechamos lo que sembramos En el texto de hoy, vamos a hablar un poco sobre este tema que involucra nuestros comportamientos y sus respectivas consecuencias. No es fácil lidiar con ellos, pero tampoco es algo que debamos temer. Si plantamos lo que es bueno, es seguro que cosecharemos lo que es bueno.

La ley de la siembra o la ley de acción y reacción

No es muy difícil pensar en qué contextos se aplica aquello de que cosechamos lo que sembramos. Sin embargo, tiene todo el sentido del mundo decir que no es fácil identificar las consecuencias de nuestros actos. En muchas ocasiones, somos muy buenas personas, pero nuestras vidas no parecen corresponderse con nuestra bondad. Por otra parte, mientras actuamos como personas sin carácter, las consecuencias negativas a menudoa veces ni siquiera llegan.

Con esto en mente, el significado de vivir según la ley de la siembra parece un poco vago. Si nos fijamos en entornos como la política y los tribunales, lo que es simplemente parece llevar demasiado tiempo. Así que esta idea de que existe la ley de la siembra parece un poco equivocada.

Sin embargo, querido lector, cosechamos lo que sembramos. El problema de leer la ley de la siembra es que la cosecha no siempre es evidente. En nuestra vida cotidiana, es frecuente quejarnos de que a los buenos les ocurren cosas malas y, del mismo modo, a los malos les ocurren cosas buenas. En cierto modo, así es la vida. Además, estamos acostumbrados a esperar consecuencias inmediatas y, por eso mismo, abusamos de ella.Vea cómo se aplica a continuación.

Situaciones en las que recogemos lo que sembramos (por lo tanto, debemos plantar lo bueno)

Familia

Cuando vivimos en una familia difícil y nos consideramos buenas personas, parece que no recogemos lo que sembramos. Sin embargo, esto sólo es cierto si observamos la situación centrándonos en el momento. Si eres una persona que soporta el comportamiento difícil de tus padres, probablemente serás un padre mucho más compasivo. Tú eliges cómo educar a tus hijos, a pesar de lo que haya ocurrido en tu pasado.

De alguna manera, es posible que repitas lo que tus padres te hicieron en tu propia familia. El psicoanálisis dispone de herramientas teóricas para explicar por qué sucede esto. Sin embargo, por otro lado, para algunas personas el entorno familiar de la infancia es algo que no quieren repetir nunca, por lo que adoptan un estilo de vida completamente diferente. La fuerza de esto es unconsecuencia positiva.

Como decíamos, las consecuencias de volverse resiliente no siempre aparecen de inmediato. La armadura de la resiliencia se desarrolla a partir de la fuerza que adquiere un individuo con cada batalla que afronta.

Relación conyugal

Cuando se trata de relaciones matrimoniales, las consecuencias buenas o malas no siempre aparecen. Tomemos por ejemplo a la amante que acaba casándose con un hombre que se divorció por su culpa. Aparentemente, ha ganado el objeto de su deseo. Como dice la canción, esta persona imagina que ahora vivirá la vida como Dios manda". Sin embargo, este futuro puede ser menos brillante quese imagina.

El patrón de la traición puede ser muy difícil de romper. Por eso, la que fue amante y ahora es esposa puede sufrir las consecuencias de su falta de sororidad, porque el error no está sólo en la traición de su marido. La amante también falta el respeto no sólo a la relación de su entonces marido. También comete una enorme falta de respeto a la mujer que ha sido engañada.

En el momento en que se produce el divorcio y se firman los papeles del matrimonio, nada de esto parece tener consecuencias evidentes. Sin embargo, en realidad, el futuro pertenece a Dios. Los resultados negativos de una acción negativa se pagan en vida, pues cosechamos lo que sembramos.

Amistad

Cuando se trata de amistad, es muy importante tener en cuenta que los amigos son relaciones que hay que cultivar. Cuando sólo hay compromiso entre una de las partes, la amistad no es lo suficientemente buena para todos los implicados, por lo que es posible que se produzca un distanciamiento o incluso una venganza inconsciente.

Además, en las amistades desiguales hay espacio para que se desarrollen los celos. No es de extrañar que las mayores traiciones vengan de donde menos lo esperamos. Esto se debe a que la amistad y las relaciones no son cosas que se puedan construir solas. Se necesita un esfuerzo mutuo. En este contexto, las consecuencias de una inversión cuidadosa y sincera son también impresionantes.

Maternidad y paternidad

Por último, quizá la paternidad sea el entorno en el que somos más capaces de observar que recogemos lo que sembramos. Para los que somos padres, es un poco más fácil observar que cuando tomamos una decisión, los niños responden con una reacción. De hecho, somos capaces de observar con mucha más facilidad que las cosas sembradas en la infancia quedan arraigadas para toda la vida.

Tomemos como ejemplo a unos padres que se pelean todo el tiempo. Cuando el niño es pequeño, es habitual que digamos que no entiende nada. Sin embargo, cuando ese niño crece y se convierte en adulto, nos daremos cuenta de que puede tener problemas en su propio matrimonio. Como hemos dicho antes, recogemos lo que sembramos. Sin embargo, esta cosecha puede llegar en la vida de alguien a quien queremos y no queremos ver sufrir.

Vida laboral

Por último, cabe señalar que la ley de la siembra también está muy presente en la vida profesional de una persona. Cuando somos éticos y rectos, a menudo nos toman por bestias y personas poco ambiciosas. Sin embargo, el resultado de una ambición desmedida puede aparecer en la vida de un profesional desequilibrado mucho después de que empiece a trabajar. Las cosas no suceden de una hora para otra.Sin embargo, llegan las consecuencias.

Es lo que ocurre, por ejemplo, con un profesional que cede a la corrupción. Al principio parece maravilloso ganar tanto dinero, pero cuando la vida se cobra las consecuencias de la decisión tomada, todo ese beneficio ilegal le parecerá muy caro. Así que es mejor vivir con humildad en la certeza de que si la vida no te devuelve lo que siembras, al menos no te pide nada.

Quiero información para matricularme en el Curso de Psicoanálisis .

Comentarios finales: cosechamos lo que sembramos

Dado que cosechamos lo que sembramos Piensa mucho antes de tomar una decisión y conócete a ti mismo para saber qué motiva cada decisión que tomas. Para ejercitar el autoconocimiento, puedes realizar nuestro curso 100% online de Psicoanálisis Clínico. Por un precio muy interesante y con acceso a un montón de material interesante, aprenderás mucho sobre la vida ¡Infórmate!