En su trabajo en Psicoanálisis, Freud elaboró la construcción de las etapas del desarrollo psicosexual como pilares del crecimiento humano. Cada una de ellas toma un papel decisivo para ayudar a definir nuestra postura y comportamiento a lo largo de nuestra vida. Hoy hablaremos sobre el significado de fase genital y cómo nos afecta existencialmente.

¿Qué es la fase genital?

La fase genital es la etapa de desarrollo dentro de la adolescencia, desde el inicio de la pubertad hasta la edad adulta. Los signos más evidentes de este paso se manifiestan en la maduración de los sistemas hormonales, que provocan cambios físicos y mentales, gracias a los cuales los impulsos se hacen más intensos, especialmente los de carácter sexual.

Se trata de un periodo largo si analizamos las demás etapas del desarrollo psicosexual, por no decir uno de los más difíciles, ya que al mismo tiempo que lo experimenta, el joven necesita comprender el suceso, lo que acaba exigiendo un mayor control psicológico sobre la fuerza que ejercen los impulsos.

Además, en la etapa genital se establece el contacto objetal más maduro y la sexualidad genital con el otro. También se produce la separación afectiva del adolescente de sus propios padres, por lo que comienza a agregarse la independencia en su estilo de vida, algo que se manifiesta en la voluntad de querer hacerlo todo siempre solo.

Ir más allá

La fase genital en el individuo acaba sirviendo como sello final de su infancia y determinación de la vida adulta. Con ella surgen nuevas manifestaciones de su impulso sexual que acaban llamando la atención, aunque sean comunes. Por ejemplo, aparece el deseo de mirar, algo ya acentuado en la fase fálica, y la voluntad de exhibir .

Además de a sí mismo, el niño acaba alimentando el deseo de ver los órganos genitales de otros niños. Poco a poco, surgirá la curiosidad y el exhibicionismo para buscar referencias de su propio cuerpo en otras personas, lo que incluirá también otras partes del cuerpo junto con otras funciones corporales.

La propia piel lo manifiesta, tanto físicamente en los cambios, como en las sensaciones que conlleva. Del mismo modo ocurre con otros sentidos, como el olfato y el oído.

Características de la fase genital

La fase genital desempeña un papel de comprensión de las fases anteriores y de preparación para lo que viene después. Tanto es así que es posible ver cómo la construcción del joven ha ido avanzando hacia esta etapa más larga, lo cual es bastante perceptible cuando nos damos cuenta de ello:

Mayor atención a los genitales

Según Freud, en esta etapa, la atención del niño acaba centrándose en sus órganos genitales. Su energía sexual, su impulso, acaba dirigiéndose más hacia esta observación personal.

Amor Interpersonal

Sobre la base del punto anterior, el niño se moverá cada vez más en las relaciones amorosas. A través de esto tenemos la primera manifestación de que quiere moverse sobre la base del instinto natural de procreación.

Estabilidad constructiva

Las etapas del desarrollo psicosexual dan lugar naturalmente a conflictos que pueden resolverse o no. Si permanecen, aquí encuentran una relativa resolución, estabilidad y estructuración. De este modo, el joven estará mejor preparado para afrontar adecuadamente los retos del mundo adulto.

Conciencia sexual

Tanto las chicas como los chicos ya han desarrollado aquí su identidad sexual. En este camino, empiezan a buscar nuevas formas de alimentar y satisfacer sus deseos eróticos.

¿Qué es la fase fálica?

La fase fálica, que abarca el período comprendido entre los 4 y los 6 años, se centra en la atención a los órganos genitales. En este periodo anterior a la fase genital, los niños imaginan que todo el mundo tiene pene, sin embargo, acaban encontrándose con la diferencia de anatomía, pensando que a las niñas se les ha extirpado el pene.

Este "complejo de castración" indica el miedo de la niña a perder su pene y deja sitio a otro. El complejo de Edipo se manifiesta aquí, haciendo que la niña se enamore de uno de los padres y le disguste el otro. Sin embargo, esto es temporal y pronto vuelve a acoger a ambos progenitores por igual.

Traemos esta inclusión de la fase fálica en el texto porque es común la asociación y hasta confusión con la genital. Sin embargo, además de ocurrir antes, la fase fálica acaba dando piezas que ayudarán en el desarrollo conclusivo en la etapa genital. Por sí misma, cada una es relevante y debe ser muy bien trabajada a favor del desarrollo del individuo.

La fase fálica para Freud

El estudio de la fase genital y de las demás etapas psicosexuales en la infancia acabó causando una conmoción pública negativa. Esto se debió a que los descubrimientos que señalaba afectaban a la visión conservadora del siglo XIX, chocante por su contenido Básicamente, la sociedad tenía en los niños una imagen irreversible de pureza y asexualidad, algo que Freud debatió.

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Sin embargo, poco a poco, gran parte de la sociedad ha ido asimilando los diversos modos de expresión sexual en la infancia. En parte, esto se debe al trabajo de Freud en la exploración de las etapas de la sexualidad, que se han visitado a lo largo de la historia. Incluida la fase fálica, comienza una visión del propio sexo del niño.

Fase fálica x fase genital

El desarrollo de la fase fálica acaba siendo demasiado importante para el desarrollo sexual en la infancia. Se concentra en los órganos genitales o, en el caso de las niñas, en "la falta de ellos". Aquí es donde puede surgir el Complejo de Edipo o el Complejo de Electra entre los 3 y los 5 años.

Gracias a esta etapa el niño puede volcar su amor hacia su madre, el Edipo, y envidiar a su padre. Las niñas, pueden envidiar a su propia madre mientras alimentan sentimientos hacia su parte paterna. Aunque esto se equilibra en unos años, es necesario prestar atención a la postura del niño para que esto no repercuta negativamente en el futuro .

Cuando se llega a la fase genital, este conflicto todavía puede verse cuando no está bien elaborado. Afortunadamente, es precisamente en este momento cuando el equilibrio se convierte en un elemento conquistador en lo que al crecimiento se refiere. El yo del niño se estructura mejor aquí, dando estabilidad a estas pendencias y dando un pilar a su preparación como adulto.

Cruces constructivos

En el análisis de la fase genital nos encontramos con sucesos que son comunes pero que aún así generan sensibilidad. Se trata del autodescubrimiento natural y cada uno lo vive a su manera. Así tenemos:

La masturbación y el origen de los bebés

Todos los padres tienden a querer que sus hijos permanezcan así o el mayor tiempo posible. Sin embargo, se escandalizan cuando les descubren masturbándose, algo que será habitual en su crecimiento. Por no hablar de las medias verdades que abrazan por miedo a un enfoque más didáctico, pensando que influirán sexualmente en sus hijos.

Sexualidad y factores culturales

Un niño nace hombre o mujer, siendo hombre o mujer en el futuro. La sociedad contribuirá a modelar esta cuestión, haciéndoles crecer o moverse entre estas ideas.

Juegos corporales

Durante la infancia, el joven empezará a practicar juegos corporales en los que se descubrirá a sí mismo y luego madurará.

Consideraciones finales sobre la fase genital

La fase genital sirve de puente para el paso del niño a la edad adulta No sólo se revisa lo trabajado en etapas anteriores, sino que también sirve como sello de aprobación de los temas no resueltos. A partir de este momento se hará más evidente la actitud adulta del joven y lo bien construida que estaba en la infancia.

Desde aquí ya sabemos que no se relacionan de la misma manera que la fase fálica, siendo complementarias. Esta última ocurre antes e inicia el contacto de los pequeños con los genitales, introduciéndolos en ellos. No debe ser visto como un tabú y los adultos no deben proyectar aquí sus miedos, dando explicaciones que el niño pueda entender.

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