Es probable que alguna vez hayas escuchado un discurso tan bien construido y pronunciado que haya causado admiración y conmoción. Por si no lo sabías, existe una ciencia dedicada a la elaboración de sermones, especialmente los que se hacen entre cristianos. Te explicamos lo que significa homilética y cómo puede utilizarse para comunicarse con alguien.

¿Qué es la homilética?

El significado de homilética se refiere a la preparación y comunicación de sermones hechos para la predicación En otras palabras, esta ciencia se encarga de instruir a alguien en la organización de sus pensamientos para comunicar un sermón. Cabe decir que el discurso en cuestión del predicador se apoya en el concepto de moral dentro del cristianismo.

A través de una conferencia, cualquier persona tiene el entorno que necesita para desarrollar su elocución homilética. Lo que los principiantes deben tener en cuenta es que la homilética se basa en la predicación y en las prácticas del culto religioso, por lo que tener estos conocimientos ayuda a fortalecer el sermón del predicador, mejorando el mensaje que envía a sus oyentes.

Objetivo

Según algunos estudiosos del tema, el guión homilético pretende mostrar la palabra de Dios de forma más atractiva. Si los temas presentados se muestran con eficacia, los oyentes podrán comprender cómo aplicar los conocimientos adquiridos Algo parecido ocurre, por ejemplo, en la escuela cuando el profesor enseña a los alumnos los contenidos que deben aprender.

Cabe señalar que el mensaje cristiano, cuando se construye, tiene como objetivo promover la conversión de las personas. Además, el conocimiento ayuda a favorecer la comunión de los individuos, dando motivación a aquellos que desean vivir una vida cristiana. De esta manera, aquellos que buscan conocer y adquirir este tipo de conocimiento tienen más posibilidades de ser convencidos y, quién sabe, convertirse en predicadores.

Características

La predicación realizada por medio de la homilética sigue un patrón característico de los sermones bíblicos. Aunque el contenido del mensaje dicho por el predicador puede cambiar, la esencia de esa conversación permanece intacta. Probablemente usted haya escuchado un sermón y haya podido notar la siguiente secuencia:

• Herald

Una persona habla en nombre de Dios, siendo heraldo de su mensaje. Por ejemplo, Juan el Bautista es considerado heraldo de Dios.

• Proclamación

En cierto modo, el anuncio de un heraldo ya está predeterminado. En resumen, el predicador difundirá la palabra y la voluntad de Dios a través de su vida.

• Destino

El mensaje emitido por el heraldo bíblico hace un anuncio relativo al reino divino y al modo en que es posible alcanzarlo.

• Receptor

Por último, el mensaje creado en el sermón está destinado a todas las personas, siendo el mundo entero el receptor del mismo.

Más allá del discurso

Cuando se profundiza en la homilética, es posible darse cuenta de que predicar no es sólo discurrir, sino también ser un portavoz divino. Además de las palabras, el mensaje que se propaga en el sermón debe tener una esencia y un objetivo claros en cuanto al destinatario. En otras palabras, las palabras que pronuncia el predicador deben causar conmoción en la persona para que las recuerde .

Además, la vida del predicador debe coincidir con lo que dice a su audiencia. De este modo, el individuo debe transmitir credibilidad, pues sus acciones son más claras que las palabras que dice. Por lo tanto, vivir lo que predicas a la gente hace que tu discurso sea respetable y digno de confianza .

De hecho, el discurso homilético convierte al predicador en testigo y lo pone como ejemplo para los demás. En vista de ello, es necesario que esta persona ofrezca la verdad en sus acciones y palabras. De este modo, el sermón no será visto como un acto de hipocresía y la gente podrá creer en sus palabras.

La vocación

Mucha gente cree que se necesita una vocación divina para tener éxito predicando y sermoneando. Sin embargo, la homilética implica un estudio en profundidad de cómo puede hacer su discurso.Así, puedes aprender a construir una línea de pensamiento cohesiva y transmitir esa sabiduría en palabras con perfección .

Ciertamente, una persona con una afinidad natural para hacer discursos lo hará mejor y más rápido en esta tarea. Sin embargo, incluso si quieres aprender desde cero, sin tener ningún conocimiento sobre el tema, es posible entender cómo se hace el discurso homilético. La vocación puede ser un diferencial, pero la creación de técnicas y la comprensión de cómo utilizar sus palabras también cuentan mucho en la construcción de unasermón.

Homilética, hermenéutica y exégesis: ¿cuál es la diferencia?

Es bastante común que un predicador en formación se encuentre con las palabras homilética, hermenéutica y exégesis juntas. Aunque todas ellas se refieren a aspectos importantes del aprendizaje y la comunicación, cada una tiene un significado distinto. Vea cada una de ellas a continuación:

Quiero información para matricularme en el Curso de Psicoanálisis .

• Homilética

Como ha leído hasta ahora, la homilética se ocupa de la construcción de la predicación, es decir, de cómo una persona puede convertirse en un predicador eficaz. En este contexto, el individuo no se limita a transmitir una idea, pero hace que ese pensamiento cambie la perspectiva que uno tiene del mundo .

• Hermenéutica

En resumen la hermenéutica trata de la interpretación de un mensaje por una persona En este caso, además de comprender el significado de las palabras, el lector encuentra en ellas la esencia del creador, sintiendo emociones similares a las suyas.

• Exégesis

Por último, el la exégesis es el trabajo minucioso de interpretación de un texto bíblico Así, además de entender la historia de esas palabras, la persona encuentra un significado cohesionado en el texto y comprende cómo ese texto le sirve. Con este sentimiento, el lector puede encontrar significados personales intensos, reflexivos y constructivos, que contribuyen a su desarrollo.

Dar trae recompensas

Como ya se ha dicho, la homilética es una ciencia destinada a ayudar a las personas a desarrollar sus discursos. Para ello es necesario que el predicador se entregue de verdad al sermón en aras del aprendizaje y la transformación interior de sus oyentes. Se trata de comprender cómo esta sabiduría puede repercutir en su vida y en la de las personas a las que desea llegar.

Para perfeccionar tu práctica, necesitas dedicarte a la oración, la comunión, el estudio de la Biblia y más Puede ser difícil adaptarse al principio, pero estas pequeñas actitudes te llevarán a conquistar cambios en tu vida. Además de mejorar tu discurso, tú mismo estarás mejor preparado para ayudar a transformar el mundo que te rodea.

Consideraciones finales sobre la homilética

La homilética es a menudo una herramienta extremadamente eficaz para mejorar la propia oratoria Recuerde que las palabras por sí solas no bastan, sino que la intención, la forma y la esencia de las mismas importan mucho a los oyentes. Por eso, si no construye adecuadamente su sermón, probablemente no obtendrá los resultados que espera de él.

Además, asimilar el conocimiento de un texto bíblico de forma profunda te permite adaptar sus mensajes al momento actual. Lo cierto es que la forma de comunicarse con el mundo cambia constantemente y un gran predicador entiende cómo utilizar esto en favor del evangelio.

Otra forma de elevar la potencia de tu discurso más allá de la homilética es inscribirte en nuestro curso online de Psicoanálisis Nuestro curso te prepara para comprender tus propias necesidades y las de los demás, enseñándote cómo puedes aprovechar tu potencial. No sólo desarrollarás tu autoconocimiento, sino que también te capacitarás para emitir tu voz y marcar la diferencia en el mundo.