¿Sabes lo que significa superego En caso de que aún no lo sepas, ¡echa un vistazo a este artículo que hemos preparado para ti! Además, conoce algunas características de los otros sistemas de personalidad y mira cómo están relacionados. Así que, ¡léelo ahora mismo!

¿Qué es el superego?

Superego o superego es un término acuñado por el psicoanalista austriaco Sigmund Freud (1856 - 1939). Para Freud, el significado de superego o superego es ser el responsable de juzgar nuestras acciones y pensamientos.

El superego es uno de los sistemas de la personalidad presentes en nuestra mente. Origina en la persona la conciencia y los sentimientos de vergüenza y culpa, además de almacenar las exigencias morales y culturales de nuestra sociedad.

Otra característica del superyó en psicoanálisis es que contiene la voz interiorizada de nuestros padres, es decir, las prohibiciones, los límites y la autoridad impuesta por ellos. Es una estructura que siempre nos está diciendo lo que tenemos que hacer basándose en preceptos morales e ideales.

Teoría sobre la estructura del aparato psíquico

En 1900, Freud publicó el libro La interpretación de los sueños, en el que se presenta por primera vez la Teoría de la estructura del aparato psíquico, en la que existen tres sistemas: el inconsciente, el preconsciente y el consciente.

En el inconsciente hay varios elementos que no están presentes en el espacio actual de la conciencia. Esto ocurre porque estos elementos han sido reprimidos o censurados, voluntaria o involuntariamente.

Lo preconsciente se refiere a elementos que son fácilmente accesibles por la conciencia, sin embargo no están presentes en el momento actual de conciencia. Por último, lo consciente es el momento actual, el ahora, que recibe información externa e interna.

Segunda teoría sobre la estructura del aparato psíquico

Entre 1920 y 1923, Freud presentó la Segunda Teoría sobre la Estructura del Aparato Psíquico. En esta teoría tenemos: el id, el ego y el superego o superyó. El superyó junto con el id y el ego forman los sistemas de personalidad.

El id es inmediato, porque está regido por el principio del placer. Almacena energía psíquica en la que encontramos la pulsión de vida (Eros) y la pulsión de muerte (Tannatos). La pulsión de vida dirige nuestro comportamiento, mientras que la pulsión de muerte es autodestructiva.

El ego se encarga de mantener el equilibrio entre las demandas del id y las normas del superego. Se rige por el principio de realidad y, por lo tanto, busca formas saludables de ayudar al id a satisfacer sus deseos. Sin embargo, no deja de lado los ideales del superego.

Relación entre las teorías sobre la estructura del aparato psíquico

Como se ha visto antes, en la primera Teoría sobre la Estructura del Aparato Psíquico existen el consciente, el preconsciente y el inconsciente. Estos elementos tienen una relación dinámica con el id, el ego y el superego o superyó de la segunda teoría.

Los conceptos de la primera teoría pueden verse como un iceberg. El inconsciente está totalmente sumergido, el preconsciente está bajo el agua, cerca de la superficie. Y el consciente está totalmente a la vista, expuesto.

El ego y el superego, por su parte, tienen elementos de lo consciente, lo preconsciente y lo inconsciente, formando una relación dinámica que se alterna en función de las situaciones vividas.

Las etapas del desarrollo psicosexual

Según otra teoría de Freud, la maduración física y mental de la persona sigue fases de desarrollo psicosexual, que se dividen en cinco estadios:

• oral;
• anal;
• fálico;
• latencia;
• y, por último, genital.

Durante la infancia, la función sexual está relacionada con la supervivencia. Con el paso de los años, cada fase se sitúa en una zona de erotización, como la boca, el ano y los órganos sexuales. En cada una de ellas hay una búsqueda para saciar un deseo, como comer y evacuar.

Sólo en la fase genital, es decir, después de la pubertad, estos deseos no se refieren a una necesidad fisiológica exclusiva de la persona, sino que se comparten con otra para reproducirse y obtener placer.

Quiero información para matricularme en el Curso de Psicoanálisis .

El complejo de Edipo y la relación con el superyó en Freud

En la fase fálica del desarrollo psicosexual, entre los 3 y los 5 años, se produce el acontecimiento conocido como complejo de Edipo, que sienta las bases de la personalidad de la persona.

Durante el complejo de Edipo, el niño desea a la madre y la niña desea al padre, por lo que el niño ve al padre como un rival y la niña ve a la madre como una rival. No habrá solución a este obstáculo, por lo que estos sentimientos van al inconsciente.

Esta es una de las primeras funciones del superyó: reprimir el complejo de Edipo. Ordena a la persona que no puede comportarse de esa manera. Por lo tanto, es en este momento cuando se origina el superyó.

Después del complejo de Edipo: latencia

Tras el acontecimiento del complejo de Edipo, se produce la siguiente fase del desarrollo psicosexual denominada latencia, que tiene lugar entre los 5 y los 12 años de edad, es decir, finaliza con el inicio de la pubertad.

En esta fase, el yo forma las nociones de moralidad y el sentimiento de vergüenza y repulsión. Además, es en esta fase cuando los deseos sexuales no satisfechos durante la fase fálica son reprimidos por el superyó.

En esta etapa, el niño también empieza a comprender que no cumplir algunos deseos personales es importante para ser aceptado por el grupo. Es el momento en que empieza a socializar y a valorar el acto de compartir sus pertenencias con otras personas.

Otras características del superego

El superego actúa con independencia de los demás sistemas de la personalidad, porque está por encima de las presiones del id y del ego para obtener satisfacción, lo que lo sitúa en una posición de autoobservación, porque el superego está en constante vigilancia respecto a los deseos y actos del id y del ego.

El superego de una persona refleja el superego de la persona que lo creó y se compone de juicios, valores y tradiciones transmitidos a través de las generaciones familiares, además de basarse en las normas sociales y culturales que rodean a la persona.

El superyó o superego también abraza nuestros ideales, generando sentimientos de orgullo y amor propio. Sin embargo, el superyó puede actuar provocando sentimientos de culpa si actuamos en contra de nuestra moral y nuestros ideales.

Consideraciones finales

Conocer las características del superyó o superego es importante para desarrollar nuestro autoconocimiento. Para estar en equilibrio es necesario saber dosificar las voluntades del id, tratar con el ego y hacer una autoobservación a través del superyó.

Para profundizar tus conocimientos sobre el superyó, así como sobre otras teorías freudianas, realiza nuestro curso online de Psicoanálisis. Así, podrás aprender más sobre las características de cada componente de los sistemas de la personalidad y entenderte mejor a ti mismo.

Quiero información para matricularme en el Curso de Psicoanálisis .