Es natural que cualquier niño tenga la costumbre de llevarse objetos a la boca, ya que es su forma de conocer el mundo. Dentro del Psicoanálisis existe una forma de explicarlo, de manera que su personalidad se moldea a partir de esta acción aparentemente sencilla. A partir de aquí hablaremos del significado de fase oral y cómo se acomodan todos los pequeños.

¿Qué es la fase oral?

La fase oral es una etapa del desarrollo del niño en la que se lleva todo a la boca El término fue creado por Freud para denominar la etapa de descubrimiento del mundo por medios orales, a través de la cual el pequeño se vuelve capaz de sentir satisfacción y alegría al realizar tales acciones.

Este periodo suele comenzar con el nacimiento y dura hasta que el niño tiene aproximadamente 2 años. Llevándolo al mundo exterior, por eso existen recomendaciones sobre juguetes específicos para niños menores de 3 años, ya que pueden llevárselos a la boca y tragarse piezas pequeñas, causando daños internos y corriendo graves riesgos.

Desde pequeños ya tenemos un impulso natural de llevarnos a la boca las manos y el pecho de la madre. Melanie Klein denominó a esta etapa fase sádica oral, mientras que Freud la llamó también caníbal. Se dice que los trastornos de este tipo se originan por malformaciones en esta etapa.

Impulso libidinal al placer

Como se abrió anteriormente, sádico oral y caníbal proviene de la investigación sobre el placer que se siente en la fase oral del bebé. El deseo de chupar, de morder el pecho de la madre y vaciarlo surge con la voluntad de destruir el objeto. Los individuos que muestran comportamientos nocivos en la edad adulta de esta naturaleza pueden tener este periodo poco desarrollado .

La libido se manifiesta primero aquí, buscando el deseo de vida a través de la alimentación oral en el niño. Yendo más allá, el cerebro del niño comprende que todo el placer que se puede sentir procede de la boca. En consecuencia, la piel y el tracto intestinal van adquiriendo relevancia.

Como el placer se concentra ahí, se lo llevará todo a la boca, aparte de chuparse el dedo, llorar, chupar... Etc. En definitiva, aquí el niño aprende la puerta para entender y disfrutar del mundo que le rodea, con lo que adquirirá seguridad mental y física, así como las referencias de seguridad en su vida.

El principio de personalidad

En la fase oral del niño, tenemos el primer molde a partir del cual se construye su estructura emocional. A través del contacto físico de la madre, y de los cuidados que ésta le proporciona, que se formula su desarrollo interno. Aunque sea dependiente y tenga un instinto muy puro, su personalidad aquí ya se empieza a notar .

El pecho aparece como la primera y principal referencia de placer del niño y el amamantamiento es la satisfacción primaria a experimentar. Aunque no se dé cuenta, el niño acaba concibiendo la existencia de lo que es el deseo y ya asimila su esencia, con lo que puede desear mamar con frecuencia para repetir la ganancia sensorial recibida.

Este tipo de contacto le ayuda a fijar directamente lo que puede ser agradable o no para él mientras está conectado con su madre. A medida que crece su experiencia, empieza a crear una idealización y a comprender lo que necesita o desea. Mientras mama la leche, lleva a cabo la incorporación tanto física como simbólica de la misma.

Fase de espejo

La fase oral en Freud es un proceso delicado y merece mucha atención por parte de los adultos, especialmente de la madre. Esto se debe a que estamos en la fase del espejo en la que los pequeños, aunque sean pequeños, ya reconocen su propia identidad Además de crear vínculos con los demás, toma conciencia de sí mismo.

Los tiempos modernos han traído algunas complicaciones al respecto, ya que las madres tienen más independencia que nunca. No es raro encontrar familias que se alternan en el cuidado del niño, incluida la lactancia. Se recomienda el mínimo cambio de cuidador para que esto no repercuta negativamente en la composición del pequeño.

Las consecuencias de los buenos y malos tiempos

Cuando la fase oral se construye adecuadamente, esto se refleja en la postura del individuo a lo largo de la vida. Los cuidados familiares, el contacto elaborado en la interacción con los demás y la ayuda de la familia contribuyen a que la persona alcance una solidez interna e interpersonal, con lo que se vuelve capaz de trabajar y desenvolverse adecuadamente:

Angustia

Aunque sufras, sabrás afrontarlo adecuadamente sin deprimirte ni desesperarte.

Dependencia emocional

Te muestras más independiente, por lo que gestionas muy bien tus relaciones.

Frustración

No siempre conseguirás lo que quieres, pero tus emociones estarán muy bien trabajadas para que no te frustres.

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Pérdidas

Aquí nos ocupamos especialmente de otras personas o de objetivos personales.

Ansiedad, etc.

En lugar de alimentar irrealidades improbables, construirás la seguridad de la certeza sobre tus pensamientos y emociones.

En relación a la mala fase, cuando ésta no se desarrolla bien en el niño, tenemos:

• Tendencias al abandono;
• Deseo constante de aprobación;
• Necesidad de ser amado constantemente;
• Comer en exceso como forma de afrontar la adicción;
• Dificultades en las relaciones con otras personas;
• En casos más graves, trastornos bipolares y esquizofrenia.

Recomendaciones

El dominio de la boca y la lengua durante la fase oral determina la forma en que el niño recibe el mundo que le rodea. Como comentábamos en líneas anteriores, dependiendo de lo que se ponga entre los labios, esto puede representar un riesgo para él. Así:

• Evite que se lleve a la boca objetos pequeños que pueda tragarse y causarle obstrucción. Más vale prevenir que probar suerte;
• Nunca dejes que se acerque a objetos afilados;
• Objetos tóxicos o cuya composición pueda afectar negativamente al niño;
• Si tiene hijos mayores, enséñeles a evitar que los menores alcancen juguetes y objetos sin el acompañamiento necesario.

Consideraciones finales sobre la fase oral

La fase oral es la primera de muchas por las que todos pasamos para lograr nuestra formación existencial Por eso, el esfuerzo de los adultos es fundamental para que esté bien dirigido. Aunque el niño no lo perciba conscientemente, le servirá de base para estructurarse en el futuro.

Como es el puente del descubrimiento, hay que tener cuidado al extenderlo para que el niño no se haga daño. Por desgracia, es frecuente que los bebés se atraganten y no reciban ayuda a tiempo, incluso cuando se les da el pecho. En cualquier caso, es uno de los primeros pilares para la máxima expresión de su capacidad de entender la vida.

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