¿Alguna vez te has parado a pensar de dónde vienen tus opiniones y creencias? Si eres como la mayoría de la gente, probablemente imaginas que tus convicciones son el resultado de años de experiencia y de un análisis objetivo de la información que has recibido. La realidad es que todos caemos en un error muy común que pasa totalmente desapercibido y que se llama sesgo de confirmación.

Aunque nos gusta imaginar que nuestras opiniones son racionales, lógicas y objetivas, esto no es del todo cierto. Muchas de nuestras ideas se basan en el hecho de que prestamos atención selectivamente a la información que está en consonancia con nuestras ideas. En vista de ello, ignoramos inconscientemente aquello que no se alinea con nuestra forma de pensar.

¿Qué es el sesgo de confirmación?

El sesgo de confirmación es uno de los sesgos cognitivos que estudian las finanzas conductuales. También se conoce como recopilación selectiva de pruebas.

En otras palabras, buscas despreocupadamente la información que confirma tus creencias y opiniones y descartas la que no. Este comportamiento también afecta a los datos que recuerdas y a la credibilidad que das a la información que lees.

¿De dónde viene el sesgo de confirmación?

Fue el psicólogo Peter Wason quien descubrió este efecto en los años 60. Aunque se ha denominado efecto Wason, él mismo lo bautizó como "sesgo de confirmación".

En un experimento titulado "On the failure to eliminate hypotheses in a conceptual task", registró por primera vez la tendencia de la mente humana a interpretar la información de forma selectiva. Más tarde, la confirmó en otras pruebas, como publicó en "Reasoning about a rule".

Ejemplos de sesgo de confirmación

El mejor ejemplo de sesgo de confirmación son las noticias que lees, los blogs que visitas y los foros con los que interactúas. Si te paras a analizarlos detenidamente, es fácil que todos ellos tengan una ideología concreta bastante similar o que traten unos temas con más asiduidad que otros.

Además, tu propio cerebro se encargará de desviar tu atención hacia esas noticias y comentarios, ignorando los que son diferentes.

Este sesgo cognitivo altera la forma en que procesas la información y puede llevarte a tomar malas decisiones en diversos ámbitos de tu vida.

Adulteración de la búsqueda de información

El sesgo de confirmación adultera la forma de buscar información Además, influye en la forma de interpretar los datos, de recordarlos e incluso de retener los recuerdos.

Es fácil que en las redes sociales sólo te fijes en aquellas personas que publican cosas divertidas, pero ignores otros mensajes y ni siquiera tengas en cuenta a los que no han publicado nada. Esto ocurre sobre todo en los momentos en los que pasas mucho tiempo en Internet intentando averiguar si tus amigos y contactos se divierten más que tú.

Del mismo modo, si después de un partido te preguntan quién cometió más faltas o quién tuvo más el balón, seguramente utilizarás al equipo contrario para hablar de las faltas y al tuyo para tratar la posesión. Esto también hace que en tu cabeza un equipo con mala reputación sea siempre el que comete más faltas. Así es como alteras o interpretas tus recuerdos, siempre en función de tuconcordancia.

Peligros del sesgo de confirmación

Tendemos a prejuzgar

Los prejuicios consisten en un juicio previo que se emite antes de conocer algo de primera mano. Si pensamos que los hombres conducen mejor que las mujeres, estaremos más atentos a las acciones de una mujer al volante que a las de un hombre.

También es el prejuicio el que lleva a una persona a creer que las faltas en el fútbol, como ya hemos dicho, son siempre más verdaderas cuando las hace el equipo contrario. Además, debido a él, acabamos devaluando a las sociedades y comunidades que son diferentes de la nuestra. Como puedes ver, el prejuicio es un efecto muy negativo del sesgo de confirmación.

Juzgamos mal a la gente

A decir verdad: juzgamos más inteligentes y dignas de confianza a las personas que tienen las mismas creencias y valores que nosotros. También consideramos que tienen una moral más elevada y una mayor integridad que los demás.

En política, si defendemos a un partido, juzgamos con más indulgencia a los políticos que lo representan si se equivocan. Además, tendemos a creer que, de alguna manera, son mejores personas que sus oponentes. Lo mismo ocurre cuando hablamos de diferentes creencias religiosas.

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Tenemos memoria selectiva

Nuestros recuerdos también se ven afectados por este sesgo. Así, tendemos a recordar los datos del pasado que son mejores para nosotros, aquellos que de alguna manera benefician nuestras historias y que nos reafirman positivamente en el presente. Por eso nunca dos personas recuerdan el mismo acontecimiento de la misma manera. Los recuerdos son tremendamente subjetivos.

Cómo evitar el sesgo de confirmación

Evitar el sesgo de confirmación no es fácil. La mejor fórmula para limitar su influencia es intentar analizar tus decisiones y la información que lees de la forma más objetiva posible. Una buena estrategia es prestar especial atención a las opiniones contrarias a la tuya.

Cabe decir que el sesgo de confirmación es un mecanismo de defensa de nuestro cerebro. Sólo existe porque los seres humanos tenemos tendencia a odiar equivocarnos o perder una discusión. Incluso cuando esto ocurre, se activan en nuestro cerebro áreas asociadas al dolor físico.

Rodearse de gente con opiniones diferentes a las tuyas es una forma estupenda de cultivar tu pensamiento crítico, porque te acostumbras a no ignorar los pensamientos que no encajan con tus creencias.

Consideraciones finales

Como vemos, el sesgo de confirmación Nos lleva instintivamente a sobrestimar el valor de la información que se corresponde con nuestras creencias, expectativas y suposiciones, que a menudo son engañosas. También nos hace subestimar e incluso ignorar la información que no se corresponde con lo que pensamos o creemos.

Este sesgo de confirmación influye mucho en la toma de decisiones, porque si tenemos una creencia firme sobre lo que queremos hacer, tendemos a descartar todas las alternativas que tenemos a nuestro alcance. Esto se debe a que el sesgo de confirmación es un filtro a través del cual vemos una realidad que se ajusta a nuestras expectativas. Así, nos hace ignorar muchas formas distintas de ver el mundo.

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